– [Instructor] En muchos casos, las enzimas requieren moléculas adicionales, llamadas cofactores, para funcionar. Estas moléculas auxiliares pueden clasificarse como iones metálicos o moléculas orgánicas no proteicas. Por ejemplo, durante el primer paso de la glycólisis, el de magnesio cofactor se une al ATP estrechando el enlace entre dos de los grupos de fosfato. Su acción permite que el último grupo de fosfato sea liberado más fácilmente por la enzima hexocinasa, transformando la glucosa en glucosa 6-fosfato. Por lo tanto, el magnesio como cofactor se une y aumenta la eficiencia del ATP. El otro subgrupo de cofactores, las coenzimas, son compuestos orgánicos, derivados de vitaminas. Por ejemplo, la vitamina C es una coenzima importante en la síntesis de la proteína colágeno. Cuando el colágeno se une a su enzima hidroxilasa, la vitamina C se unirá a la enzima y donará un grupo de hidroxilo. La hidroxilasa hidrolizada puede entonces ayudar a cambiar la forma del colágeno a su estructura triple helicoidal final, que es esencial para el mantenimiento de importantes tejidos corporales.