[Narrador] Una contracción voluntaria de músculo esquelético empieza en el cerebro como un esfuerzo consciente del lóbulo frontal a la corteza motora primaria, antes de ser activado, una neurona motora alfa localizada en el asta anterior de la espina dorsal. La señal desciende al nervio a la fibra de músculo específica, tal como el bíceps donde el potencial de acción finaliza en la placa terminal motora, donde la neurona motora establece un contacto sináptico con la fibra del músculo y activa la liberación del neurotransmisor acetilcolina, que se difunde a través de la hendidura sináptica y se enlaza a los receptores. Como resultado, el sarcolema se vuelve más permeable a los iones de sodio derivando en más potencial de acción que se propaga a través de su superficie externa y hacia el interior de la fibra muscular a través de tubos transverales o Túbulos-T lo cual activa y libera los iones de calcio del retículo sarcoplasmático hacia las miofibrillas. Esta liberación de calcio pone en marcha el traslado de la actina-miosina y la observación del acortamiento del músculo y su contractura.