Este protocolo describe un método para inducir una lesión precisa y reproducible de la córnea y el álcali limbal en un modelo de ratón. El protocolo es ventajoso, ya que permite una lesión distribuida uniformemente en la córnea y el limbo del ratón altamente curvados.
La córnea es fundamental para la visión, y la curación de la córnea después de un traumatismo es fundamental para mantener su transparencia y función. A través del estudio de modelos de lesiones corneales, los investigadores pretenden mejorar su comprensión de cómo se cura la córnea y desarrollar estrategias para prevenir y controlar las opacidades corneales. La lesión química es uno de los modelos de lesión más populares que se ha estudiado ampliamente en ratones. La mayoría de los investigadores anteriores han utilizado un papel plano empapado en hidróxido de sodio para inducir lesiones en la córnea. Sin embargo, la inducción de lesiones en la córnea y las extremidades con papel de filtro plano no es fiable, ya que la córnea del ratón es muy curvada. Aquí, presentamos un nuevo instrumento, un punzón de biopsia modificado, que permite a los investigadores crear una lesión alcalina bien circunscrita, localizada y distribuida uniformemente en la córnea y el limbo murinos. Este método de punzón y trépano permite a los investigadores inducir una quemadura química precisa y reproducible en toda la córnea murina y el limbo, al tiempo que deja otras estructuras, como los párpados, sin verse afectadas por el producto químico. Además, este estudio introduce una técnica de enucleación que preserva la carúncula medial como punto de referencia para identificar el lado nasal del globo. La conjuntiva bulbar y palpebral, y la glándula lagrimal también se mantienen intactas con esta técnica. Los exámenes oftalmológicos se realizaron mediante biomicroscopio con lámpara de hendidura y tinción con fluoresceína en los días 0, 1, 2, 6, 8 y 14 después de la lesión. Los hallazgos clínicos, histológicos e inmunohistoquímicos confirmaron la deficiencia de células madre limbales y el fracaso de la regeneración de la superficie ocular en todos los ratones experimentales. El modelo de lesión corneal alcalina presentado es ideal para estudiar la deficiencia de células madre limbales, la inflamación de la córnea y la fibrosis. Este método también es adecuado para investigar la eficacia preclínica y clínica de los medicamentos oftalmológicos tópicos en la superficie corneal murina.
La córnea es fundamental para la visión y exhibe características únicas, incluida la transparencia, que es un requisito previo para una visión clara. Además de desempeñar un importante papel protector, la córnea representa 2/3 del poder refractivo del ojo1. Debido a su importante papel en la visión, las lesiones corneales y la opacidad causan un deterioro visual significativo y son responsables de la segunda causa de ceguera prevenible en todo el mundo 2,3. En las lesiones corneales con disfunción limbal grave, la función barrera del limbo disminuye, lo que resulta en la migración de las células conjuntivales hacia la superficie corneal y la conjuntivalización corneal 4,5, lo que compromete drásticamente la visión. Por lo tanto, se requieren estrategias preventivas y terapéuticas eficaces para hacer frente a la carga mundial de la ceguera corneal y la discapacidad relacionada.
La comprensión actual del proceso de cicatrización de heridas corneales humanas se basa en estudios previos que han investigado las respuestas corneales a diversas lesiones. Se han empleado varias técnicas y modelos animales para inducir diversas lesiones corneales químicas o mecánicas 6,7,8,9 y para investigar diversos aspectos del proceso de cicatrización de heridas corneales.
El modelo de quemaduras alcalinas es un modelo de lesión bien establecido que se realiza aplicando hidróxido de sodio (NaOH) sobre la superficie de la córnea directamente o utilizando papel de filtro plano10. Una lesión alcalina provoca la liberación de mediadores proinflamatorios y la infiltración de células polimorfonucleares no solo en la córnea y la cámara anterior del ojo, sino también en la retina. Esto induce la apoptosis no intencionada de las células ganglionares de la retina y la activación de las células CD45+ 11. Por lo tanto, es fundamental localizar el sitio de la lesión con precisión para evitar lesiones excesivas no intencionales utilizando un modelo de lesión alcalina.
La longitud axial del globo ocular murino es de aproximadamente 3 mm12. Debido a esta corta distancia entre la córnea y la retina, existe una curvatura corneal pronunciada que proporciona un alto poder de refracción para enfocar la luz en la retina (Figura 1A). Como informamos anteriormente13, es difícil inducir lesiones químicas en esta superficie altamente curvada utilizando un papel de filtro plano, particularmente en el limbo (Figura 1B). La inducción de lesiones en el limbo requiere inclinar el papel de filtro, lo que tiene el potencial de causar lesiones no intencionales en el fórnix y la conjuntiva adyacente14. Otro enfoque consiste en aplicar directamente el agente químico en forma de gotas sobre la superficie de la córnea. Sin embargo, este método carece de control sobre el tiempo de exposición y existe un riesgo potencial de inducir lesiones en la conjuntiva, el fórnix y los párpados debido a la difusión del líquido en estas áreas.
Para superar estas limitaciones, este estudio presenta un novedoso método de punzón y trépano para inducir lesiones. Esta técnica tiene varias ventajas, entre las que se incluyen (i) la inducción de una lesión química eficaz en toda la superficie de la córnea y el limbo en el modelo de ratón, (ii) la inducción de una lesión localizada y bien circunscrita en la córnea, (iii) la capacidad de aplicar cualquier líquido de interés durante un tiempo predeterminado, y (iv) la capacidad de inducir diferentes tamaños de lesiones corneales mediante la selección de punzones de biopsia adecuados. Este método también es factible para modelos de lesiones de ratas y conejos, que también exhiben una superficie corneal curvada y son modelos animales comunes utilizados para estudiar la cicatrización de heridas en la superficie ocular.
Este estudio propone un dispositivo innovador, la trépano de punzón, que se puede utilizar para inducir con éxito una lesión corneal y limbal efectiva y reproducible en un modelo de ratón. Este modelo de deficiencia de células madre limbales es ideal para investigar la dinámica de la cicatrización de heridas corneales y la conjuntivalización después de una lesión.
La evidencia sugiere que tanto el nicho limbal como la parte central de la córnea murina contienen células madre30. Por lo tanto, se requiere una lesión corneal y limbal eficiente para producir un modelo de deficiencia de células madre, y el modelo de lesión presentado aquí permite la exposición del limbo corneal curvo a un agente químico durante un período específico. Para determinar la mejor concentración y duración de la lesión por NaOH, se infligieron lesiones con varias concentraciones y duraciones de NaOH. Las concentraciones más altas de NaOH o las exposiciones de mayor duración dieron lugar a un aumento del daño tisular y la fibrosis. Por lo tanto, los investigadores pueden ajustar estos parámetros en función de los objetivos específicos de su estudio y la gravedad deseada de la lesión.
Para reproducir con éxito este modelo de lesión corneal y limbal, se deben tener en cuenta varias consideraciones clave. En primer lugar, es imperativo medir el diámetro limbal a limbo del ojo objetivo para determinar el tamaño apropiado del punzón. Se recomienda seleccionar un punzón de biopsia con un diámetro externo que sea de 0,5 a 1 mm más grande que este diámetro.
La tensión superficial del líquido utilizado es un factor importante para evitar fugas en la interfaz entre la superficie ocular y el borde de la trépano del punzón, como se muestra en la Figura 1G. Por lo tanto, no es necesario aplicar presión en la punta de la biopsia por punción.
Para evitar causar daños mecánicos al tejido, es fundamental sostener la trépano del punzón en un eje paralelo con el ojo y abstenerse de aplicar presión en el limbo. Un ajuste incorrecto del eje de trépano del punzón puede aumentar el riesgo de fugas y dar lugar a un sitio descentrado de lesiones y resultados inexactos.
Algunas limitaciones potenciales de esta técnica incluyen la necesidad de seleccionar el tamaño de punzón adecuado, adquirir competencia en la sujeción de la trépano del punzón y el riesgo potencial de causar lesiones mecánicas. Sin embargo, estas limitaciones se pueden superar a través de la práctica y siguiendo las instrucciones descritas en este protocolo. La cepa y el rango de edad de los ratones son otros factores que afectan el proceso de reepitelización y deben ser considerados en el estudio.
Además, el protocolo propuesto es ventajoso ya que detalla un método de enucleación que preserva la conjuntiva bulbar y palpebral y permite la determinación de la parte nasal del globo terráqueo sin la aplicación de suturas quirúrgicas como marcador. Investigaciones previas han indicado que la región nasal del ojo posee la menor inervación neural en comparación con otras áreas de la córnea, lo que la hace más vulnerable a la neovascularización y a la reducción de la eficacia regenerativa31,32.
En resumen, los signos clínicos de LSCD, como la opacidad corneal (CO), los defectos epiteliales persistentes y la neovascularización corneal (NV), junto con los cambios histológicos observados, incluida la metaplasia de células caliciformes, la expresión de K13 en la superficie corneal y la ausencia de K12 en la superficie corneal, confirman la presencia de LSCD en este modelo. Estos hallazgos proporcionan evidencia de que esta nueva técnica es efectiva en la inducción de LSCD. Este modelo de lesión química se puede emplear en estudios preclínicos para investigar nuevos medicamentos y tratamientos farmacéuticos en el campo de la lesión y regeneración corneal.
The authors have nothing to disclose.
Reconocemos que NEI P30-EY026877 apoya esta investigación. Agradecemos enormemente a Charlene Wang y al Laboratorio del Dr. Irv Weissman en el Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de la Universidad de Stanford por toda su amable ayuda en el suministro de animales de experimentación. Agradecemos la ayuda de Hirad Rezaeipoor en la preparación y edición de las imágenes.
Anti-K12 antibody | ABCAM | ab185627 | |
Anti-K13 antibody | ABCAM | ab92551 | |
Bovine serum albumin (BSA) | ThermoFisher Scientific | B14 | |
C57BL/6 mice | Dr Weissman Lab, Stanford University | ||
Curved forceps | Storz | E1885 | |
Disposable 90 degree bent needle | |||
Disposable biopsy punch | Med blades | ||
Donkey anti-rabbit IgG H&L | ABCAM | ab150073 | |
Ethanol | ThermoFisher Scientific | T038181000CS | |
Ethiqa XR (Buprenorphine extended-release injectable suspension) | Fidelis Animal Health | ||
Heating pad for mouse | |||
Ketamine hydrochloride | Ambler | ANADA 200-055 | |
OCT | Tissue-Tek 4583 | ||
Ophthalmic surgical scissors | |||
pH Indicator Sticks | Whatman | ||
Phosphate buffered saline (PBS) | ThermoFisher Scientific | AM9624 | |
Prolong gold antifade reagent with DAPI | Invitrogen | P36935 | |
Slit-lamp microscope | NIDEK | SL-450 | |
Sodium fluorescein AK-fluor 10% | Dailymed | NDC17478-253-10 | |
Sterile irrigation solution (BSS) | Alcon | 9017036-0119 | |
Sterile syringe, 1 and 5 ml | |||
Straight forceps | Katena K5 | 4550- Storz E1684 | |
Surgical eye spears | American White 17240 Cross | ||
Surgical microscope | Zeiss S5 microscope | ||
Tetracaine ophthalmic drop | Alcon | NDC0065-0741-14 | |
Timer | |||
Triple antibiotic ophthalmic ointment | Bausch and Lomb | ||
TritonX -100 | Fisher Scientific | 50-295-34 | |
Two-speed rotary tool | 200-1/15 Two Speed Rotary Toolkit | ||
Xylazine | AnaSed | NADA#139-236 |