Aquí, presentamos una tarea de navegación espacial novedosa, breve y activa que evalúa tanto la navegación espacial como la capacidad de memoria episódica. Es importante destacar que la navegación espacial y la memoria episódica se asociaron entre sí, y esta tarea demostró sensibilidad al ejercicio.
La navegación espacial (SN) es la capacidad de desplazarse por el entorno, lo que requiere una comprensión de dónde se encuentra uno en el tiempo y el espacio. Se sabe que esta capacidad se basa en la activación secuencial de las células de lugar dentro del hipocampo. La SN es un comportamiento importante a investigar, ya que este proceso se deteriora con la edad, especialmente en los trastornos neurodegenerativos. Sin embargo, la investigación de la NS está limitada por la falta de técnicas conductuales sofisticadas para evaluar esta tarea dependiente del hipocampo. Por lo tanto, el objetivo de este protocolo era desarrollar un enfoque novedoso en el mundo real para estudiar la SN en humanos. En concreto, se desarrolló una tarea de SN virtual activa utilizando un motor de juego multiplataforma. Durante la fase de codificación, los participantes navegaron a través de una ciudad virtual para localizar puntos de referencia. Durante la fase de recuerdo, los participantes recordaron dónde estaban estas ubicaciones de recompensa y entregaron artículos en estas ubicaciones. Se capturó el tiempo para encontrar cada lugar y la memoria episódica se evaluó mediante una fase de recuerdo libre, que incluía aspectos de lugar, orden, objeto y asociación. El comportamiento del movimiento (coordenadas x, y y z) se evaluó a través de un recurso disponible en el motor del juego. Es importante destacar que los resultados de esta tarea demuestran que captura con precisión tanto el aprendizaje espacial como las habilidades de memoria, así como la memoria episódica. Además, los hallazgos indican que esta tarea es sensible al ejercicio, lo que mejora el funcionamiento del hipocampo. En general, los hallazgos sugieren una nueva forma de rastrear el funcionamiento del hipocampo humano a lo largo del tiempo, ya que este comportamiento es sensible a los paradigmas de entrenamiento de actividad física.
Mover el cuerpo a través del tiempo y el espacio es fundamental para aprender y recordar información sobre el entorno. Esta habilidad se conoce como navegación espacial y, evolutivamente hablando, es una herramienta de supervivencia esencial para localizar alimentos, agua, contrapartes sociales y otras recompensas en el entorno 1,2. La navegación espacial depende del hipocampo, una estructura del sistema límbico en forma de C en el lóbulo temporal medial. El hipocampo está formado por las subregiones CA1, CA2, CA3 y circunvolución dentada. El hipocampo apoya la codificación, consolidación y recuperación de recuerdos que ayudan a definir la experiencia consciente. Específicamente, la navegación espacial admite la memoria episódica, una forma de memoria explícita que se refiere a la memoria de la experiencia personal, incluidos aspectos del tiempo, el lugar y los detalles relevantes asociados con la experiencia (por ejemplo, imágenes, sonidos, olores, emociones). A medida que navegamos espacialmente a través de distintos entornos, las neuronas conocidas como células de lugar se activan sistemáticamente, lo que nos permite comprender dónde estamos tanto en el tiempo como en el espacio. De hecho, se ha demostrado que la estimulación óptica directa de estas neuronas sesga el comportamiento de los roedores hacia su ubicación física (es decir, campos de lugar)3.
La evaluación de la navegación espacial en roedores se ha estudiado tradicionalmente a través de paradigmas conductuales como el laberinto acuático de Morris, el laberinto Y, el laberinto T y el laberinto de brazo radial 4,5. Es importante destacar que estas tareas conductuales permiten la investigación in vivo de los correlatos neuronales de la navegación espacial utilizando técnicas como los registros electrofisiológicos de profundidad. Sin embargo, la evaluación de la navegación espacial en humanos ha demostrado ser un desafío científico porque la mayoría de las investigaciones científicas ocurren en laboratorios y no en el mundo real. Estudios previos en humanos han evaluado las habilidades espaciales con tareas tradicionales basadas en papel, como tareas de aprendizaje de mapas bidireccionales, tareas de rotación mental o tareas de memoria espacial 6,7. Otros han utilizado tareas basadas en computadoras, como la Tarea Virtual de Morris Water u otras tareas de laberinto virtual, que se ha demostrado que están correlacionadas con medidas psicométricas más tradicionales de la capacidad espacial 8,9. Además, con la accesibilidad de paquetes de software de videojuegos gratuitos y disponibles públicamente, los investigadores han comenzado a desarrollar entornos virtuales tridimensionales que se pueden presentar en una pantalla de computadora o en realidad virtual 10,11,12,13,14,15. Los avances científicos en imágenes móviles de cerebro y cuerpo (MoBI) también han permitido a los investigadores comenzar a explorar la navegación espacial en entornos del mundo real 16,17,18.
Es importante destacar que el aprendizaje espacial y la memoria son una capacidad cognitiva que se deteriora con la edad, y las personas mayores son más propensas a perder la noción de dónde están o a perderse cuando intentan volver a casa. Lo más probable es que este déficit se deba a la neurodegeneración que se produce a nivel del hipocampo, una zona del cerebro altamente plástica que es una de las primeras en deteriorarse con los19 años. Por lo tanto, el desarrollo de métodos del mundo real para evaluar la navegación espacial y las habilidades de memoria episódica es una vía importante de investigación. A nivel clínico, este tipo de tareas pueden ayudar a determinar la progresión del deterioro de la memoria o diagnosticar un deterioro cognitivo leve, enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia. Por el contrario, la actividad física ha sido identificada como uno de los mejores mecanismos para mejorar las habilidades de navegación espacial. Los estudios en roedores han demostrado que el ejercicio mejora el aprendizaje y la memoria en varias tareas espaciales, incluido el laberinto acuático de Morris, el laberinto Y, el laberinto T y el laberinto de brazo radial20. También se han demostrado mejoras en las habilidades espaciales inducidas por el ejercicio en humanos, y este efecto se relaciona significativamente con un aumento en el volumen del hipocampo7. Sin embargo, este efecto conductual se demostró utilizando una tarea de memoria espacial en la que se pidió a los participantes que recordaran la ubicación de los puntos en una pantalla, una tarea que puede no tener mucha validez ecológica para la navegación espacial del mundo real. Pocas investigaciones han investigado el impacto del ejercicio en humanos en las tareas de navegación espacial presentadas en entornos virtuales.
Por lo tanto, se diseñó una tarea cognitiva para evaluar el aprendizaje espacial y la memoria junto con la memoria episódica utilizando un entorno virtual. Es importante destacar que la tarea se diseñó utilizando software de videojuegos moderno para permitir diseños gráficos actualizados y características realistas (por ejemplo, nubes en movimiento en el cielo). Esta tarea se probó en un grupo de adultos sanos antes y después de que experimentaran la práctica de ejercicio aeróbico a largo plazo. Los resultados indican que los participantes pueden codificar y recordar tanto información espacial como recuerdos episódicos relacionados con su experiencia virtual. Además, los hallazgos indican que el rendimiento en esta tarea es plástico, viéndose afectado por el ejercicio.
En concreto, se desarrolló un entorno virtual a través de un motor de juego multiplataforma21 que evaluaba la navegación espacial y la capacidad de memoria episódica, habilidades cognitivas únicas apoyadas por el hipocampo. El mapa utilizado para este entorno se derivó de Miller et al. (2013)22. El motor de juego que se utilizó permite a los desarrolladores descargar activos para agregar características únicas con el fin de crear entornos virtuales. Se utilizó un activo23 que nos permitió construir un entorno urbano realista con carreteras y edificios por los que los participantes podían navegar. Además, se utilizó un activo24 que permitió el seguimiento de las coordenadas x, y y z de los participantes y la rotación mientras viajaban por el entorno virtual. El activo antes mencionado permitió la grabación de estas características en una escala de tiempo de milisegundos (~33 ms). Luego, el entorno virtual se compiló y administró como una tarea de navegación espacial que los participantes podían completar en casa en una computadora portátil o de escritorio. El siguiente protocolo detalla cómo administrar e interactuar con esta tarea de navegación espacial.
Este estudio examinó la efectividad de una nueva tarea de realidad virtual para evaluar la navegación espacial en humanos. Esta tarea cognitiva, que solo tarda unos 10 minutos en completarse, se puede utilizar para evaluar dos tipos únicos de cognición dependiente del hipocampo: la navegación espacial y la capacidad de memoria episódica. Es importante destacar que la capacidad de navegación espacial se asoció significativamente con la capacidad de memoria episódica. Finalmente, esta tarea fue sensible a un paradigma de entrenamiento de actividad física. Es decir, el aumento del ejercicio se asoció con un mayor rendimiento. Esta tarea se inspiró en el trabajo de Miller et al. (2013) que investigaron los entornos virtuales en pacientes con epilepsia resistente a los medicamentos y los electrodos de profundidad del hipocampo colocados con el propósito de localizar las convulsiones. Descubrieron que durante la fase de familiarización de la tarea de navegación espacial (es decir, la fase de codificación), las células que responden al lugar en el hipocampo y las estructuras asociadas del lóbulo temporal medial se activaron22. Además, descubrieron que cuando los participantes participaban en un componente de recuerdo libre (es decir, una fase de recuerdo que no implicaba una navegación activa), las mismas células que respondían al lugar y que estaban activas durante la codificación se activaban una vez más. Los estudios existentes en roedores que utilizan entornos de campo abierto y laberínticos han demostrado la existencia de tales células de lugar, con los Dres. John O’Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser ganando el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2014 por este descubrimiento 2,29,30,31. Además, los estudios que utilizan entornos virtuales en humanos han demostrado que células similares en el hipocampo humano codifican el viaje a través del tiempo y el espacio 22,32,33. Aunque la tarea es similar a la presentada en Miller et al. (2013) y otros 22,34,35,36,37,38, se desarrolló con el motor y las tecnologías de juegos multiplataforma más actuales, utilizando características del mundo real, como nubes en movimiento y puntos de referencia claros de la ciudad y características de escaparate. Otros investigadores han utilizado otras tareas de navegación espacial en humanos; Sin embargo, estas tareas son limitadas en su validez ecológica. Por ejemplo, la tarea Starmaze virtual se utiliza para evaluar las habilidades de navegación, pero coloca a los participantes en un laberinto en forma de estrella 39,40,41,42,43,44. Además, NavWell es una plataforma accesible que alberga experimentos de navegación espacial y memoria similares al Laberinto Acuático de Morris en roedores (colocando a los participantes en una arena circular), y proporciona a los desarrolladores formas geométricas básicas para construir un entorno45. Además, los activos de puntos de referencia en motores de juego multiplataforma están disponibles para crear y desarrollar tareas de navegación espacial que existen en un entorno cuadrado12. La tarea actual es única en el sentido de que proporciona a los usuarios un entorno y una tarea similares al mundo real: navegar por un paisaje urbano y memorizar puntos de referencia y acciones. La tarea también es diferente de la tarea virtual Starmaze y NavWell porque evalúa la memoria episódica además de la navegación espacial.
En esta tarea, la capacidad de navegación espacial se relacionó significativamente con la capacidad de memoria episódica. Otros han demostrado que estas dos capacidades cognitivas son realmente distintas y que dependen de diferentes regiones del hipocampo38,46. La popular “Teoría del Mapa Cognitivo” afirma que el cerebro construye y almacena un “mapa” del entorno espacial de un individuo para que pueda ser utilizado posteriormente en el futuro para guiar acciones ycomportamientos. Las investigaciones han sugerido que el hipocampo codifica la información espacial al mismo tiempo que apoya la formación de la memoria episódica. Más específicamente, se cree que el hipocampo derecho codifica la memoria espacial, mientras que el hipocampo izquierdo almacena recuerdos episódicos38. Los resultados de la nueva tarea de navegación espacial actual, que demuestran un vínculo claro entre la memoria espacial y episódica, apoyan la Teoría del Mapa Cognitivo y sugieren que esta tarea podría utilizarse para examinar la relación entre la navegación espacial y la memoria episódica en poblaciones no clínicas. Los estudios futuros deben tratar de examinar esta relación en poblaciones clínicas, incluidas aquellas con trastornos neurodegenerativos como el deterioro cognitivo leve, la enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia.
Esta tarea era sensible al ejercicio o a la cantidad total de sesiones de ciclismo realizadas durante un período de 3 meses. Estudios previos en roedores han demostrado que el ejercicio es una de las formas más potentes de aumentar la cognición dependiente del hipocampo, incluida la memoria a largo plazo, la separación de patrones, la alternancia espontánea, el condicionamiento contextual del miedo, el aprendizaje pasivo de evitación y el reconocimiento de objetos novedosos, y este efecto depende de los aumentos inducidos por el ejercicio en la neurogénesis del hipocampo 48,49,50. Además, la literatura ha demostrado que el ejercicio a largo plazo mejora el funcionamiento del hipocampo en los seres humanos, con mejoras observadas en el recuerdo de listas de palabras, el recuerdo de historias y la memoria relacional espacial y no espacial; Se cree que este efecto es impulsado por los aumentos inducidos por el ejercicio en el volumen del hipocampo 7,27,51,52,53,54,55. Esta nueva tarea de navegación espacial complementa los hallazgos de los roedores y se suma a la literatura humana, mostrando la importancia de la actividad física para las habilidades de navegación espacial.
Aunque en las investigaciones iniciales, la edad se asoció negativamente con la capacidad de navegación espacial, este efecto se eliminó al aplicar una corrección de Bonferroni. Esto indica que la capacidad de navegación espacial puede conservarse hasta los 55 años. Otra literatura demuestra que la navegación espacial es una capacidad cognitiva que disminuye con la edad 56,57,58. Los estudios de neuroimagen han revelado que la neurodegeneración relacionada con la edad en áreas como el hipocampo, la circunvolución parahipocampal, la corteza cingulada posterior (corteza retroesplenial), los lóbulos parietales y la corteza prefrontal pueden estar involucradas en dicho deterioro cognitivo relacionado con la edad58. Teniendo en cuenta que el rango de edad fue limitado (25-55 años), al incluir un rango de edad más grande, especialmente adultos mayores (65+), los investigadores futuros pueden ver una correlación significativa entre la edad y la capacidad de navegación espacial. Los estudios futuros deberían considerar la realización de esta tarea de navegación espacial en adultos de 65 años o más, e incluso en aquellos con deterioro cognitivo leve u otros trastornos similares a la demencia.
Un eslabón perdido obvio en las tareas de navegación virtual es la falta de la relación cuerpo-cerebro. Es decir, al navegar a través de entornos del mundo real, la activación ocurre a nivel de los sistemas nerviosos periférico y central, incluida la activación de los propioceptores, exteroceptores, interoceptores y el sistema vestibular junto con las cortezas sensoriomotoras, los ganglios basales y el cerebelo. Sin esta entrada física, la navegación virtual puede ser claramente diferente de la navegación física. A pesar de esto, los estudios han demostrado que los entornos virtuales estimulan las mismas regiones cerebrales que la navegación en el mundo real 22,32,33. Hacer que la tarea sea más activa, como fue el diseño en la tarea actual, puede ayudar a convencer al cerebro de que se está moviendo físicamente a través del tiempo y el espacio, imitando la navegación espacial natural. Otros han encontrado apoyo para esta hipótesis. Un estudio de Meade et al. (2019) examinó las diferencias entre la codificación activa y pasiva mientras se utilizaba una tarea de navegación espacial virtualsimilar 59. La navegación activa se refiere a que los participantes puedan moverse por sí mismos a través del espacio virtual (similar al presente estudio), mientras que la navegación pasiva consiste en una visita guiada en la que los participantes no se mueven, sino que se les muestra la ruta de navegación. Los autores sugirieron que la navegación activa puede ser más beneficiosa para las poblaciones mayores debido a la participación de componentes físicos (por ejemplo, locomoción y propiocepción) y cognitivos (por ejemplo, toma de decisiones y atención), y puede servir para mejorar el rendimiento de la memoria a través de la participación directa en el proceso de codificación de la memoria. La navegación activa utilizada en el presente estudio podría explicar los resultados, demostrando que los participantes fueron capaces de recordar con precisión los recuerdos episódicos de sus experiencias.
La navegación activa también puede ayudar a involucrar áreas de integración multisensorial como el complejo retroesplenial (RSC)60,61,62. Un estudio reciente encontró que la deambulación real durante una tarea de navegación espacial de realidad virtual que requiere que los participantes viajen entre ubicaciones mientras recuerdan ubicaciones de origen y puntos de referencia resultó en oscilaciones theta de RSC (es decir, oscilaciones neuronales de 4-8 hercios registradas con EEG)16. Este aumento de la potencia theta fue más prominente durante los cambios de dirección de la cabeza y las rotaciones. En roedores, se ha demostrado que la actividad theta de RSC es esencial para la codificación espacial que involucra celdas de cuadrícula y cálculo de la dirección de la cabeza63,64. También se cree que el RSC es importante para utilizar las señales del entorno para anclar el mapa cognitivo de un ser humano47.
Si bien las tareas de navegación espacial virtual brindan muchos beneficios, impiden que el individuo se mueva físicamente a través del tiempo y el espacio, lo que provoca una activación limitada de los sistemas propioceptivo, vestibular y sensoriomotor. Existe una incongruencia entre los procesos sensoriales y motores, lo que puede hacer que algunos participantes se mareen o tengan náuseas. En la tarea presente, esto se limitó mediante el control de la velocidad a la que los participantes podían moverse y mirar alrededor del entorno. Para poder codificar todos los aspectos del entorno, era necesario poder mirar a su alrededor (es decir, participar en la rotación virtual de la cabeza); Sin embargo, esta capacidad debía ser lo suficientemente lenta para garantizar que los participantes no se enfermaran físicamente. A pesar de esto, la capacidad de navegar espacialmente mientras se está sedentario es ventajosa porque permite a los investigadores estudiar a las personas que experimentan problemas de movilidad, fatiga física u otras discapacidades que impiden que una persona sea ambulatoria. Otra limitación es que aún no se ha probado la fiabilidad y validez de esta tarea, mientras que otras tareas avanzan en esta dirección, incluida la evaluación de la navegación espacial virtual (VSNA)65. La investigación futura podría examinar la actividad neuronal asociada a través de electroencefalografía o resonancia magnética funcional mientras los participantes completan esta tarea de navegación espacial. Los participantes también podrían estar equipados con dispositivos que miden variables fisiológicas como la variabilidad de la frecuencia cardíaca y la actividad electrodérmica. Esto permitiría examinar los mecanismos periféricos y centrales que se producen al navegar por entornos virtuales. Es importante destacar que esta tarea se puede utilizar para evaluar los cambios en la capacidad de navegación espacial a lo largo del tiempo. Los estudios futuros podrían utilizar esta tarea para investigar cómo el envejecimiento o las afecciones neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, afectan la navegación espacial y la memoria episódica de un individuo. Por el contrario, esta tarea podría utilizarse para explorar cómo las intervenciones adicionales de movimiento mente-cuerpo afectan a la navegación espacial y a la memoria episódica, como la danza, el yoga o la meditación.
The authors have nothing to disclose.
Este trabajo fue apoyado por el Programa de Becarios iTHRIV, que a su vez cuenta con el apoyo del Centro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales de los NIH (UL1TR003015 y KL2TR003016). Nos gustaría agradecer al Dr. Samuel McKenzie, Michael Astolfi, Meet Parekh y Andrei Marks por sus contribuciones a la programación informática.
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