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Hipertensión y regulación de la presión arterial

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Pharmacology
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Hypertension and Regulation of Blood Pressure

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June 13, 2024



La hipertensión, la enfermedad cardiovascular más común, se diagnostica mediante mediciones repetidas de presión arterial elevada. Sus riesgos, incluido el daño a los riñones, el corazón y el cerebro, son directamente proporcionales a los niveles de presión arterial. A partir de 115/75 mm Hg, el riesgo de enfermedad cardiovascular se duplica con cada incremento de 20/10 mm Hg. El diagnóstico se basa en las mediciones de la presión arterial, no en los síntomas del paciente, ya que la hipertensión suele ser asintomática hasta que el daño del órgano terminal es inminente o ya ha ocurrido.


La hipertensión primaria no tiene una causa identificable, mientras que la hipertensión secundaria tiene una etiología específica. La presión arterial elevada suele estar relacionada con una mayor resistencia al flujo sanguíneo a través de las arteriolas, con un gasto cardíaco normal. Se cree que es causada por múltiples anomalías, con factores contribuyentes que incluyen influencias genéticas, estrés psicológico y factores dietéticos como el alto consumo de sal y el bajo consumo de potasio o calcio.


Fisiológicamente, la presión arterial está regulada por el gasto cardíaco y la resistencia vascular periférica. Esta regulación se produce en las arteriolas, las vénulas poscapilares, el corazón y los riñones. Los barorreflejos, mediados por nervios autónomos, junto con mecanismos humorales, coordinan la función en estos puntos para mantener la presión arterial normal.


Los barorreflejos son responsables de cambios rápidos en la presión arterial, reaccionando a eventos que reducen la presión arterial. El control del volumen sanguíneo por parte del riñón es fundamental para el control de la presión arterial a largo plazo. Cuando la presión de perfusión renal se reduce, se desencadena la reabsorción de sal y agua y la producción de renina, lo que inicia el sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA). Conduce a la síntesis de angiotensina II, provocando vasoconstricción directa y estimulando la producción de aldosterona. La aldosterona aumenta la absorción renal de sodio y el volumen sanguíneo intravascular. La vasopresina también ayuda a mantener la presión arterial a través de su capacidad para regular la reabsorción de agua por parte del riñón.