La insuficiencia cardíaca (IC) es un síndrome progresivo que afecta a los ventrículos y conduce a un gasto cardíaco inadecuado. Se puede clasificar según su ubicación y fracción de salida o eyección. La fracción de eyección (FE) es una medida esencial en el diagnóstico y vigilancia de la IC. La FE reducida corresponde a insuficiencia cardíaca sistólica (ICFER). Sin embargo, la IC con fracción de eyección preservada (ICFEp) es cada vez más prevalente. También conocida como insuficiencia cardíaca diastólica, esta forma de insuficiencia cardíaca está relacionada con el envejecimiento. La fisiopatología de la insuficiencia cardíaca implica cuatro sistemas principales interrelacionados: el corazón, la vasculatura, los riñones y los circuitos reguladores neurohumorales. La sobrecarga miocárdica, la hipertensión, los defectos valvulares o las miocardiopatías genéticas causan un gasto cardíaco insuficiente, lo que lleva a hipertrofia compensatoria de los miocitos cardíacos, reprogramación metabólica y expresión genética alterada.
El aumento de la proliferación de fibroblastos y el depósito de matriz extracelular provocan fibrosis, lo que interrumpe la comunicación de los cardiomiocitos y provoca la muerte celular por apoptosis o necrosis. La rigidez vascular se debe a una comunicación alterada entre el endotelio luminal y las células del músculo liso subyacentes, lo que implica receptores que aumentan los niveles de Ca2+ intracelular. La disfunción endotelial altera el equilibrio entre el NO vasodilatador y las especies reactivas de oxígeno (ROS) vasoconstrictoras, aumentando la poscarga. El riñón regula los niveles de Na+ y H2O, manteniendo un FG y diuresis adecuados mediante mecanismos autorreguladores y neurohumorales. Si no se trata, la activación crónica del sistema nervioso simpático y del SRAA conduce a una remodelación fatal del tejido cardíaco. La regulación neurohumoral crea un círculo vicioso de vasoconstricción, aumento de la poscarga, sobrecarga de volumen, taquicardia y acciones inotrópicas positivas. Los síntomas comunes de insuficiencia cardíaca incluyen taquicardia, disminución de la tolerancia al ejercicio, dificultad para respirar, mala digestión, ascitis y edema periférico y pulmonar. La insuficiencia cardíaca varía de Clase I a IV. Al mismo tiempo, la AHA y el ACC ampliaron esta clasificación agregando los estadios A (factores de riesgo prevenibles), B (etapa asintomática que requiere tratamiento), C (oscilaciones entre síntomas en clase II y III) y D (etapa final que requiere trasplante de corazón). e implantación de un dispositivo de asistencia ventricular izquierda).